Autor (A): Hola Hécate

Hécate (H): Hola.

A: Se diría que vivimos tiempos inquietantes.

H: ¿Qué quieres decir?

A: Bueno, como decía, en la actualidad mucha gente se siente un tanto perdida. El ritmo de cambio es tan rápido, con distracciones, contradicciones, desinformación, informaciones deliberadamente falsas, y tantísimas cosas sucediendo a nuestro alrededor, que parece que la realidad está perdiendo su enfoque.

H: ¿O es la gente quien lo está perdiendo?

A: Exactamente. ¿No te parece? Quiero decir que ésta es más tu área, donde los espectros y los fantasmas deambulan por el mundo.

H: No precisamente. Los espectros y los fantasmas de los que hablas ya no son humanos. De hecho, las cosas que mencionas respecto a la realidad conciernen a los humanos quienes, en sentido estricto, nunca han sido mi campo. Encuentro que son más incomprensibles que los espectros. Esto no es algo malo, claro está. Más bien, lo que quiero decir es que los humanos son más complejos e impredecibles, y tienen capacidades desconocidas, por lo que constantemente nos sorprenden. Lo que creo que está pasando justo ahora es que están a punto de sorprenderse a sí mismos.

A: ¿Qué quieres decir?

H: Lo que quiero decir es que los humanos están, en gran medida, en el centro de todo lo que hacen, y de su mundo. Bien puede ser que en su mundo las cosas estén cambiando, pero son ellos quienes deciden como les afecta esto. Los humanos participan más en su realidad de lo que se dan cuenta.

A: ¿Y no es éste el problema: que se están dejando engañar acerca de su propia capacidad inherente para actuar en su mundo y crear la realidad y el mejor futuro para ellos?

H: Sí, y siempre ha sido así. El combate no es tanto con espectros y embrujos sino con su propia ignorancia. Si acaso, están hechizados por su propia incapacidad para ver. Como dije, los humanos están muy en el centro de todo; y es desde este centro desde donde deben aprender a ver con claridad.

A: ¿Dirías entonces que los humanos se engañan a sí mismos?

H: Los humanos siempre han tenido una fuerte propensión al autoengaño, algo que no siempre es un acto deliberado, aunque desde nuestra perspectiva es fascinante de observar. La mayoría de las veces dicho autoengaño procede de una falta de conocimiento, o de una carencia de información acerca de su propio estado y su potencial en el mundo. Son una especie noble que paso a paso, persona a persona, se está moviendo hacia un futuro muy diferente.

A: ¿Y es un futuro positivo, mejor?

H: Esa es, en efecto, la esperanza.

A: ¿Entonces, hacía dónde vamos desde aquí?

H: Habrá que esperar y ver. La humanidad debe tomar sus propias decisiones. Y esto significa que tendrá que batallar internamente, tanto entre su propia gente como dentro de cada uno, para decidir cómo desea actuar y avanzar.

A: Pero también hay fuerzas que actúan contra la humanidad, ¿no es cierto?

H: Las fuerzas que te conciernen tanto a ti como a tus semejantes son las que existen entre vosotros. Vosotros sois vuestra propia enfermedad así como vuestra cura. Por lo que veo, estáis luchando con y entre vosotros mismos. Y hay quienes prefieren mantener al resto en la ignorancia. Sed nobles y buscad vuestras propias verdades. El camino se encuentra dentro de vosotros, y siempre ha estado ahí. No os distraigáis con vuestros propios espectros.

A: Gracias, Hécate.

H: De nada.

 

LIBROS DESTACADOS