«El Abismo nos ha estado examinando durante mucho tiempo. Ya es hora de que, tras llegar a estar tan espiritualmente fundamentados y metafísicamente bien informados como sea posible, empecemos a volver la vista atrás y lleguemos a comprender en profundidad y con exactitud lo que se nos está haciendo, e incluso quién lo está haciendo»

Charles Upton

 

Hace poco comenté que había que dejar atrás un sistema obsoleto y entrar en el espacio energético en el que puede surgir un nuevo sistema. Los grandes cambios sistémicos ocurren cuando un ciclo llega a su fin, permitiendo que una nueva fase entre en escena. A medida que esto sucede, el entorno (estructura de la realidad) más antiguo se estanca; el resultado, en este caso, es una caída más profunda en el materialismo que, si continúa, finalmente llegará a un punto de ruptura. Una realidad material cada vez más profunda parece provocar un alejamiento de los planos más sutiles del ser y de la conexión. No obstante, independientemente de cómo se sienta esto, es metafísicamente imposible. Aun así, es el momento de que la gente se convierta en lo más «espiritualmente fundamentada y metafísicamente bien informada posible», como afirma Charles Upton. ¿Por qué? Porque la ilusión de la vida ordinaria se está desmoronando rápidamente.

En estos tiempos en los que se produce un «cambio de fase» –de una etapa a otra– hay una mayor vulnerabilidad para que aparezca una fragmentación en la estructura de la realidad dominante. Algunas tradiciones se han referido a ello como «grietas en el velo». Yo he utilizado el concepto de colapso del consenso de realidad.[i] Al parecer, en esta coyuntura en nuestro camino de civilización, hay un intento deliberado de disminuir nuestro sentido de la realidad con el fin de hacer a la gente más sugestionable y abierta a la programación, y también para crear un embotamiento psíquico y miedo. Tengo la sensación de que se está poniendo en marcha un «sistema de realidad» paralelo que representa una falsa «solidificación del mundo» a través de un impulso deliberado para incrementar las creencias materialistas y la fe en las soluciones tecnológicas. De nuevo, esta «solidificación» es una fachada que oculta las «fisuras» que se están abriendo en nuestras sociedades, a través de las cuales se están abriendo paso las fuerzas psíquicas. Ahora, es fundamental que cada uno de nosotros mantenga un equilibrio mental mientras avanzamos. También es importante en estos tiempos que no nos estanquemos ni caigamos en exceso en las incertidumbres del caos: es ahora cuando buscamos la fina línea entre estos extremos de solidificación y estancamiento, y de caos y miedo. Como siempre, somos llamados a encontrar el camino recto entre la vorágine de la distracción y la disonancia.

La Madre (la compañera espiritual del sabio indio Sri Aurobindo) dibujó una vez una imagen para un estudiante que le pidió que describiera el mejor camino a seguir en su trabajo de desarrollo. La Madre dibujó un garabato y luego una línea recta que lo atravesaba. Debemos aspirar a estar en el camino recto, respondió. Esta es una foto de su dibujo:

(Foto tomada por el autor en Auroville, India)

 

El poder que los demás tienen sobre nosotros depende de lo mucho que nos desviemos de nuestra propia dependencia interior, de nuestro propio «camino recto» que se encuentra en nuestro interior. Este es el camino de nuestra frecuencia: ¿es un garabato o una línea recta? Debemos responder por nosotros mismos.

Cada uno de nosotros es más de lo que nos han condicionado a pensar y creer. Es cierto que nuestras propias limitaciones impuestas nos han retenido; esas restricciones formaban parte de un tiempo anterior. Estamos en medio de un nuevo momento histórico (¡y no quiero parecer dramático!)

La transformación humana, incluidos nuestros sistemas sociales y culturales, solo se producirá a partir de la toma de consciencia de la situación en la que nos encontramos. Y esto incluye una comprensión y percepción de nosotros mismos. Si seguimos actuando y comportándonos a partir de los mismos patrones, ¿cómo podemos esperar romper esta cadena continua de limitaciones condicionadas? Así es como el statu quo se mantiene a sí mismo, a partir de la perpetuación de los mismos patrones que lo mantienen en su lugar. Cualquier despertar de la programación perceptiva a la que hemos estado sometidos activará a los «guardianes de la falsedad» o, más bien, a la Inquisición contra la Verdad de la modernidad. Esta inquisición moderna –similar a la inquisición religiosa de la edad media– tratará de suprimir cualquier voz que se oponga a la narrativa dominante. Sin embargo, sugiero que ahora debemos tener fe en nosotros mismos para decir nuestras propias verdades; y proclamarlas suele alimentar nuestra propia transformación. En este terreno movedizo, el cambio (en un sentido u otro) es inevitable.

El cambio puede resultar incómodo al principio: es la energía que se siente cuando se rompen los viejos patrones para sustituirlos por los nuevos. Siempre hay personas que prefieren negar estos cambios, y es una gran vergüenza:

es mucho más fácil volver a recostarse y adormecerse porque la gente tiene mucho miedo de sentir, de amar y de vivir. ¡Qué pena! Si supieran que –guau– esto es lo que puedo hacer; me siento herido pero en esto estoy vivo, estoy aquí, estoy participando. Qué belleza hay en esta toma de consciencia [ii].

 

Hay mucho que decir sobre esta forma de participar en la vida: la contribución a los cambios. La auténtica comunidad humana desea que formemos nuevas conexiones y que nos unamos a través de ello. Para eso está el cuerpo social: es un organismo que necesita que sus miembros trabajen juntos, armoniosamente, y en unidad. El ser humano es una parte vibratoria de este flujo de comunicación: «el corazón es el conector vibratorio y la cabeza es el receptor: como una línea telefónica. Si ambos están abiertos a recibir, así será»[iii].

La energía de la unidad entre nosotros es poderosa; tanto que podría dinamizar con éxito el surgimiento de una nueva forma de civilización humana. Sin embargo, primero se avecina el cambio, y la gente ya se está sintiendo incómoda. Para muchas personas, este «cambio» supone grandes retos y les obliga a tomar decisiones que cambian su vida. Sea como sea, se avecina algo enorme que obligará a la gente a hacer sus elecciones, y a mantenerlas. Por mi parte, nada me gustaría más que estar en el lado correcto y noble de la historia de la humanidad. Que cada persona tome sus decisiones con conciencia, comprensión y entendimiento perceptivo. Sigamos adelante y hagamos de 2022 un año para la humanidad.

 

[i] Véase mi libro: Hijacking Reality: The Reprogramming & Reorganization of Human Life

[ii] Véase mi libro: UNIFIED: Cosmos, Life, Purpose

[iii] ibídem

 

Leave A Comment

LIBROS DESTACADOS